* INVITACIÓN para Sintonizar nuestras Energías

Los invito a compartir conmigo un momento positivo, sin costo alguno, donde hablaremos del poder del "Pensamiento Positivo" y practicaremos la técnica de la "Radio-Meditación".

 

Viernes Octubre 12, 2012

10:00 a 11:00 am

Veterans of Foreign Wars Park

9400 W Palmetto Park Road. Boca Raton, Fl 33428

(W Palmetto Park Road / entre 441 st Road & Lyons Road)

 

Traer una silla de playa o una toalla para colocar en el prado / Ropa comoda

* UN TIEMPO SOLO

por Patricia Gaviria

     Era la primera vez que el "pequeño" venía a nuestra casa. Compañero de clase de mi hijo, diez años de edad, cabello castaño, ojos de color claro - difícil de definir - y una sonrisa suave; expresaba la ilusión de pasar una tarde agradable en compañía de otros tres o cuatro amiguitos que compartían con nosotros el “Viernes cultural”.

      Después de estar jugando por unas horas en el jardín, y al escuchar la invitación de mi hija para que todos se entraran a descansar, el niño afirmó: vayan ustedes… yo necesito tener “mi tiempo solo”. Con mucha curiosidad, pero sin decir nada, el resto de los jugadores se retiraron; supuestamente a tomar algo, pero en realidad, se agruparon al frente de la ventana donde podían espiar al joven personaje sin ser vistos. Él, ubicó un sitio en la escalera de la casita del árbol y se sentó. Comenzó a observar detenidamente los arboles, las palmas que se mecían con la brisa un poco menos caliente que horas antes, el lago del frente; a escuchar el trinar de los pájaros, el sonido de la cascada de agua que alimenta la poceta; a dirigir su cabeza hacia el cielo vestido con un hermoso atardecer, como tratando de descifrar la formación de las nubes. Con una respiración pausada expresaba tranquilidad, y a pesar de que de vez en cuando miraba su reloj de pulsera, en silencio continuaba contemplando.

      En el interior de la vivienda se escuchaban las curiosas voces de la "cuadrilla": ¡Qué extraño! ¿Será que está triste o se ofendió por algo? ¿Por qué mira su reloj? ¡Ve y lo llamas! ¡No, él dijo que todos los días tiene que hacer su “tiempo solo” por diez minutos; que cuando acabe, entra! ¿Mamá, qué está haciendo?  

      Yo me quedé pensando por unos segundos y contesté:  Está haciendo algo que todos nosotros deberíamos practicar a menudo… Meditar. ¿Y qué es meditar ? - preguntaron.

      Meditar es entrar en contacto con las energías más altas del universo. A través de la relajación corporal y la concentración en imágenes, sonidos suaves, pensamientos agradables o, incluso, el silencio, nuestro cuerpo, y especialmente nuestro cerebro, genera vibraciones de frecuencias análogas a las que generan las grandes corrientes energéticas que inundan el espacio. Con la meditación activamos una de las herramientas naturales que nos permite actuar como una “antena de radio”. Al crear ondas de frecuencia positiva en nuestro ser y transmitirlas al espacio, abrimos un canal por donde captamos la información generada por las tres energías universales (Física, Mental y Espiritual) con ésta misma frecuencia. Así, si producimos vibraciones de tranquilidad, igualmente recibiremos la sensación de tranquilidad… si producimos alegría, lo mismo sentiremos… si producimos seguridad, esa misma tonada sonará a través de nuestro radio. Pero, si pensamos en miedo, miedo emitiremos… si consideramos odio, eso será lo único que captaremos. Irradiar ondas gratificantes nos permite activar las emociones y sensaciones que fueron dispuestas para cada uno de nosotros desde el día de nuestro nacimiento, permitiéndonos una vida llena de auto-conocimiento, auto-estima, auto-realización y bienestar. La meditación es el “gimnasio” de la mente y el espíritu, y se debe convertir en hábito como el comer o dormir.

      Qué ejemplo tan grande nos dio nuestro querido visitante, aquel día. Un personaje espontaneo y, quizás, tachado por muchos como “extraño”. Pero que, definitivamente, tiene uno de los instrumentos más importantes para lograr llevar una vida futura digna de cualquier persona que desee estar conectado con la fuerza creadora. Una costumbre que debemos adoptar: un tiempo de meditación, de recogimiento… ¡ un tiempo solo !